Leyre Santos,  periodista española que ha sido parte de las manifestaciones en defensa de Palestina en la Universidad de Columbia.

Leyre Santos, periodista española que ha sido parte de las manifestaciones en defensa de Palestina en la Universidad de Columbia.

América

Leyre Santos, estudiante española de Columbia: 'Las autoridades actuaron de forma desproporcionada'

Según su testimonio, decenas de periodistas han sufrido amenazas y, hasta el momento, más de 300 estudiantes han sido detenidos. 

4 mayo, 2024 02:47
Baltazar Silva Puri Beltrán

La Universidad de Columbia, en Estados Unidos, ha sido el epicentro de las protestas en defensa de Palestina. Hasta la fecha, son más de 300 los estudiantes detenidos. Y en la noche del martes pasado, policías irrumpieron en el edificio de la casa de estudios para desalojar a los alumnos que habían tomado las instalaciones.

Una testigo privilegiada es Leyre Santos, estudiante de Columbia y periodista española que ha decidido formar parte del movimiento. A su modo de ver, las protestas responden a una causa noble. También denuncia represión de parte de las autoridades y amenazas a periodistas que cumplen la labor de hacer seguimiento e informar.

Dos semanas atrás la rabia en el campus universitario se hizo notar. El motivo detrás de eso habría sido la comparecencia de la rectora, Minouche Shafik, ante el Congreso, en la que acusó "antisemitismo" de parte de los manifestantes. "Las protestas no son antisemitas, sino que responden al hecho de que Israel está bombardeando la Franja de Gaza", señala Santos.

Aunque las manifestaciones han estado atrayendo la atención mundial recientemente, la realidad es que su origen se remonta a la contraofensiva de Israel en respuesta al ataque de Hamás. "Aquí en Columbia hay protestas en defensa de Palestina porque hay muchos alumnos palestinos y mucha gente que simpatiza con su causa", incide.

El apoyo a la movilización, desde los primeros días, no ha hecho más que crecer, sobre todo, después de que la rectora haya acusado públicamente a los profesores de ser cómplices de la violencia y responsables de actos discriminatorios. 

[Más de 300 detenidos en las universidades de EEUU: las protestas propalestinas alcanzan su punto álgido]

Para Santos, la actuación de las autoridades de la institución ha sido completamente "desproporcionado". "La policía detuvo a 100 alumnos que estaban acampando. Y a muchos de esos 100 les suspendieron, les obligaron a salir de las residencias en las que viven. A algunos les dieron 15 minutos para coger sus cosas personales e irse a sus casas", relata.

La rectora de la universidad permitió el ingreso de los policías por primera vez desde 1970, medida que fue profundamente cuestionada por la comunidad universitaria. "Gran parte de los profesores estaban en contra", dice.

Sobre las demandas de los estudiantes, Santos enumera varias: que la universidad corte lazos económicos y académicos con empresas e instituciones que tengan vínculos con Israel; que se sea transparente respecto a las finanzas; y que exista una amnistía para todos los alumnos que hayan sido detenidos, suspendidos o expulsados en el contexto de las manifestaciones.

La periodista, oriunda de Navarra, ha estado observando de cerca la relación entre las autoridades y la prensa. Cada vez son más las voces que denuncian ocultamiento de información, 'medias verdades' y acoso hacia los profesionales de los medios de comunicación. "Una sección del campamento ocupó el edificio y al día siguiente vino la policía. Echaron a todos los periodistas que estaban en el campus. A los alumnos periodistas les obligaron a meterse en la facultad bajo amenaza de arresto, de detención", afirma Santos. 

Mientras tanto, el descontento sigue creciendo, no solo en Columbia, sino también en otras universidades del país. Las negociaciones para encontrar una solución que restaure la normalidad continúan su curso, aunque, por el momento, el presidente Joe Biden ha manifestado que no tiene intención de recurrir a la Guardia Nacional para reprimir las protestas y mitigar la ola de violencia que afecta constantemente las aulas, tanto de día como de noche.